Árboles cortados a dentellada de castor y hasta alguna presa hecha con troncos y ramas que retiene el cauce del Cidacos se pueden percibir ya en el río a su paso por Olite/Erriberri, según han revelando paseantes y amantes de la naturaleza que frecuentan la zona en la que, al parecer, se ha instalado esta especie considerada invasora por algunos medioambientalitas.
Entre la fuente de El Chorrón y la de Santa Elena, e incluso lejos del río en la balsa de la antigua Tejería, la huella de estos animales ya es perceptible en el municipio. El problema no es exclusivo y, por ejemplo, el ayuntamiento de Pamplona /Iruña intentó frenar hace un año su expansión después de que acabaran con más de 80 árboles de 20 centímetros de diámetro en la ribera del Arga.
En Arnedo (La Rioja) también se ha detectado presencia de la especie que, al parecer, se ha propagado por los afluentes del río Ebro como fruto de una suelta no controlada.
Los castores son animales de actividad nocturna y que no hibernan. Lo más probable es que pertenezcan a la especie del castor europeo (castor fiber), un roedor proveniente de Europa Central. Su llegada supone la recuperación de una especie que se había extinguido, aunque la aparición se ha realizado de una manera furtiva que genera daños.
El Olitense
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