En el Colegio Rural de Beire, no tienen sirena. Son Alicia y Oihane, las maestras, quienes les avisan cuándo pueden entrar y cuándo toca cambio de hora. Cuando llegan, el alumnado sabe qué tiene que hacer: descalzarse y ponerse sus zapatillas de casa. Y así es como se sienten: "se mueven muy libremente, conocen el sitio entero y además la atención es muy personalizada e individual. Somos nosotras, las profesoras, quienes nos adaptamos a su ritmo y no al contrario", nos cuenta Alicia Ramos, directora y maestra del Colegio Rural de Beire. (klik egin-ver más)
SER Tafalla
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