sábado, 8 de noviembre de 2008

UPN CAMBIA DE PAREJA DE BAILE


Qué suerte, con lo pequeñita que es Navarra (sólo 620.000 navarricos y navarricas, el 1,34 % de la población española) esta semana estamos en los titulares de los medios de comunicación. El caso es que UPN ha roto su pacto con el PP (aunque los de UPN dicen que quienes han roto han sido los del PP...). Se han dicho y escrito muchas cosas y hay interpretaciones y opiniones para todos los gustos, pero ahí va mi visión. Como sucede a veces, la explicación más sencilla es la más acertada. UPN, o mejor su presidente Miguel Sanz que dado el carácter caudillista del partido ha conseguido imponer su decisión, ha decidido en los últimos meses un cambio de alianzas. El acuerdo con el PP le sirvió en 1991 para acceder al Gobierno de Navarra, porque en aquella época a falta de mayoría absoluta (prácticamente imposible en Navarra dado el sistema de partidos y las preferencias del electorado) lograba la presidencia el candidato del partido más votado. Hoy en día el sistema es otro; hay que conseguir mayoría y en su ausencia el Parlamento se disuelve y se convocan nuevas elecciones. El año pasado estuvo a punto de pasar lo peor de lo peor (para quienes no tienen otra ideología que la del poder), la pérdida del Gobierno ante la posible alianza PSOE-Nafarroa Bai-IU. La cosa se remedió in extremis con la intervención de Zapatero y Blanco que impusieron a sus afiliados en Navarra la entrega del poder a UPN para evitar el desgaste electoral en el resto de España de ser acusados de haber entregado Navarra a los nacionalistas vascos (leáse a los terroristas vascos). Pero el riesgo está ahí; después de cualquier convocatoria electoral el PSOE puede cambiar de opinión y mandar a UPN a la oposición.

Así que Sanz ha decidido que el acuerdo que tiene actualmente con el PSOE debe ser blindado para el futuro, hay que asegurar muchos y muchos años de exclusión de los nacionalistas del Gobierno de Navarra, es decir, muchos y muchos años de permanencia de UPN en el Gobierno de Navarra a través de acuerdos con el PSOE, incluso acuerdos de coalición. Eso pasa por la ruptura del acuerdo con el PP. Así que Sanz se ha dedicado a provocar la ruptura del acuerdo, pero fingiendo que quien rompe es el PP. La verdad es que Mariano ha tenido paciencia con sus hasta ahora socios, pero ha llegado un momento en que la provocación era ya irresistible (el expediente disciplinario contra Cervera y Del Burgo). Ahora UPN tiene las manos libres para copiar el "modelo cántabro": gobierno regionalista en colaboración con los socialistas, dejando al PP en la oposición.

La peculiaridad navarra es que, además, sirve para dejar a los nacionalistas vascos en la oposición. La suma de UPN con el PSOE, aún con la pérdida de votos que supondrá la ruptura con el PP, puede garantizar varias décadas de felicidad y estabilidad (para UPN). Visto el cabreo que tienen en UPN ante el artículo de Fernando Múgica en El Mundo, Miguel Sanz, el hombre que quiso reinar, que acoge esta explicación, no paran de salir acuerdos y comunicados en los que se afirma que toda Navarra ha sido injuriada a través de su Presidente, parece que lo que sucede es que ha dado en el clavo.

¿A quien beneficia esta nueva situación? Principalmente y por lo explicado a UPN. En segundo lugar, a la actual dirección del PSN-PSOE, que de socialista tiene el nombre y de izquierdas sólo el disfraz y comparte con UPN buena parte de su ausencia de ideología digna de tal nombre, que podrá acceder al Gobierno y entrar en el reparto de cargos y prebendas. La suma UPN-PSN puede aspirar a constituir una especie de PRI foral.

¿Quien pierde? Todos los demás, con perspectivas de quedar en la oposición y no rascar bola en muchos años. Es decir, Nafarroa Bai, CDN, IU, PP. E incluso algunos miembros de UPN que ahora mismo tienen el corazón partío, que gustan más de la compañía del PP que del PSOE, pero que han quedado atrapados en la estrategia de Sanz: no pueden irse al PP porque peligrarían sus poltronas, pero no van a estar cómodos en UPN.En fin, que contrariamente a lo que pudiera pensar alguno, en este caso la ruptura de la derecha navarra no es buena noticia para la izquierda navarra

(Miguel Izu en su blog)

No hay comentarios:

Publicar un comentario