Por lo que dice, nos vamos a hartar de ver camisetas con la bandera española en las fiestas de los pueblos este verano. Como "un signo de normalización de nuestros símbolos y de rechazo a la imposición nacionalista". No parece una iniciativa muy en línea con la pretensión de UPN de disputar precisamente al vasquismo el referente del sentimiento navarro de identidad y emancipación, y distinguirse de esa manera del PP. Cualquiera sabe ahora si se trata de una metedura más de pata de este chico un pelín lenguaraz que llegó a proclamarse antes de tiempo alcalde de Berriozar en mayo de 2007 o se trata de una sutileza para frenar un posible éxodo al PP. En cualquier caso no parece hábil ni oportuno resucitar a estas alturas guerras de banderas agitando precisamente el símbolo de los que de verdad invadieron Navarra. Pero en cualquier caso estamos ante una declaración de intolerancia. Porque Sayas y cualquiera es libre de lucir la camiseta con la bandera española lo mismo en Buñuel que en Goizueta, y además sería de desear que nadie se molestase ni les molestase por ello, pero el mismo derecho lo tienen los miles y miles de navarros para los que la ikurriña es algo más que la bandera de una comunidad vecina, porque se sienten vascos y son vascos, y no por ello menos navarros que nadie, por supuesto.
Praxku
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