El sábado 11 de julio del presente año tuvo lugar en la Catedral nueva de Vitoria un solemne funeral, presidido por los cuatro obispos de las diócesis vascas de Vitoria, Bilbao y San Sebastián, en memoria de los 14 sacerdotes (9 guipuzcoanos, 4 vizcaínos y uno navarro), ejecutados por los vencedores de la guerra fratricida que se inició el año 1936.
Pero no estaban todos. Entre los sacerdotes asesinados que se recordaron faltaba Santiago Lucus Aramendía. Como también faltaba un obispo entre los prelados que con su presencia quisieron enmendar el cobarde, por no decir cómplice, silencio de sus predecesores (excepción hecha del exiliado monseñor Mateo Múgica). Santiago Lucus Aramendía había nacido en Pitillas el año 1898 ... (Klik egin-ver más)
Antonio Unzueta Echevarría (Diario de Noticias)
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