Decenas de miles de personas se lanzaron ayer, en día laborable, a las calles de Santiago, respondiendo a la movilización contra el decreto del PP sobre la utilización del gallego en la enseñanza. Esta movilización y la huelga casi total en el sector dieron respuesta a una política extremista que la mayoría social rechaza. Pero lo de ayer no es el colofón, sino el punto de partida, hasta conseguir que la Xunta retire un proyecto que en nombre de un falso plurilingüismo, persigue una involución del proceso de legitimación social del idioma gallego.
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