domingo, 30 de mayo de 2010

¿CAMBIAMOS PARA MEJORAR?

El Ministerio de Interior, o mejor dicho, la DGT o Dirección General de Tráfico, ha enviado una interesante carta a todos los conductores. En ella, su máximo responsable, el siempre salvado Alfredo Pérez Rubalcaba, alaba la nueva Ley de Tráfico que entró en vigor este martes 25 de mayo, y asegura -emotivamente- que “la puesta en marcha de esta Reforma mejorará el servicio que les prestamos a Ustedes y, sobre todo, continuará con el descenso del número de accidentes de tráfico”. Y, sin poder despeinarse -eviden-temente-, concluye: “Se trata de una Reforma pensada, fundamentalmente, para incrementar la seguridad de todos”.
Y, llegado a ese punto de la misiva, ya no pude contener las lágrimas al comprobar que, en todo el pedazo Informe que adjuntaba el aviso, sólo se hablaba de puntos o, lo que es lo mismo: ¡de dineros y multas! ¿Para qué se modifica entonces?

El nuevo texto esconde un auténtico monstruo recaudatorio que deja al conductor en la más absoluta de las indefensiones legales, al obviar y conculcar cualquier principio fundamental en Derecho, elevándole a la categoría de mentiroso compulsivo. Su farragoso ideario de artículos es hasta tal punto inconstitucional, que Automovilistas Europeos Asociados, AEA, y el propio Comisariado Europeo del Automóvil, CEA, ya han asegurado que sólo busca “cobrar a toda costa”.

Por ello, me pregunto “¿cambian para mejorar?”: ¡No! ¡Evidentemente lo hacen sólo para pillar money! Y si tuviéramos un mínimo de dignidad, cruzaríamos los coches en la carretera levantando las manos para gritarles: ¡No nos robéis más!
Mariano ( en Plaza Nueva de Tudela)

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