El FMI impone un plan tipo, como en su momento a la Argentina de Menem, Ecuador o el África Subsahariana. A saber eliminación del sector público y fin de la inversión pública en infraestructuras y laminación del Estado del Bienestar. Estos planes FMI, nunca han dado más resultado que hacer más pobres a los pobres y claro salvar el capitalismo, mediante la aplicación de una terapia de Sock neoliberal, tal y como hace poco analizó Noemí Kleyn.
La orgullosa Europa, ya sin colonias, colonia ella de los EE.UU sucumbe ante una crisis financiera y una deuda pública generada precisamente por salvar con dinero público a los bancos especuladores y por las bolsas de Nueva York, Londres y Frankfurt. El rescate de los bancos y la gran injusticia fiscal reinante son la causa de todo.
La solución FMI es simple y dicho sea con mucho respeto por la milenaria cultura china: trabajar como chinos, cobrar como chinos y comer como chinos, pero eso si, sin la banca pública china.
Mientras tanto, la izquierda excepto en Grecia no encuentra su camino. Se pretende dividir a las clases trabajadoras entre funcionarios “privilegiados” y obreros sufridores de ellos y sus ventanillas. Aquí los únicos privilegiados son los banqueros.
El Capitalismo Mundial, ha organizado una respuesta sin precedentes en las potencias centrales, señalando también de esta forma su decadencia y declive. El capitalismo agotado, pretende morir matando. Cuando los planes de ajuste fallen, empezarán las guerras. Esto es el capitalismo, ¿De verdad pensáis que hay que salvarlo?
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