lunes, 7 de febrero de 2011

EN QUÉ MANOS ESTAMOS


Como puede comprobar quien hasta allí vaya, la plaza sigue rotulada con el mismo nombre con que fue inaugurada, y haciendo clara y expresa referencia al primer ministro de Justicia del general Franco porque a él fue dedicada. Cambiar el nombre por el del condado es una marrullería, un juego sucio político y deshonesto, por muy amparado por el TAN que esté. Cosa que no se les habría ocultado a los juzgadores a muy poco que hubiesen estudiado el fondo de la cuestión, porque el fondo de la cuestión era eludir y burlar la Ley de memoria histórica. Nunca jamás tuvieron intención de cambiar el nombre de la plaza para cumplir la ley.
Y dicho de otro modo: de no mediar el alzamiento del 18 de julio de 1936, no hay más motivo para dedicarle la plaza a ese título nobiliario que al Cojo Manteca o a Perico de Alejandría.
(klik egin-ver más) Miguel Sánchez-Ostiz, en Diario de Noticias

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