Tiene su importancia desvelar el objetivo principal del golpe militar del 18 de julio de 1936, que no fue sino el derrocamiento de la legítima Constitución republicana de 1931 con todas sus consecuencias. Esta perspectiva, que no es otra que la de la legalidad y legitimidad de la propia República, da al traste con todas las otras historietas contrafácticas que dominan en muchos medios de opinión, entre la derecha española e incluso más allá. No hace mucho Esperanza Aguirre recurría al recuerdo del asesinato de Calvo Sotelo como explicación a los momentos preparatorios del 18 de julio de 1936. Pero un escritor serio, Eduardo Mendoza, daba también por cierta esa patraña -que Franco no se unió al golpe hasta el atentado contra Calvo Sotelo- en su última y premiada novela Riña de gatos. (klik egin-ver más)
José Ignacio Lacasta Zabalza, catedrático de Filosofía del Derecho
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