domingo, 23 de octubre de 2011

CASO ABIERTO


uPN y sobre todo Barcina están haciendo todos los esfuerzos de comunicación posibles para intentar que el tiempo aparque en el cajón del olvido el cobro de sobresueldos de miles de euros de la presidenta, Sanz, Miranda y Maya. Un argumentario a la militancia para limpiar la imagen pública de Barcina y un intento permanente de confundir a la opinión pública mezclando las dietas de las empresas públicas con esos sobresueldos hasta ahora opacos de la Can son los principales ejes de actuación. La decisión de aparcar por ahora el cobro de las dietas de las empresas públicas que percibían algunos políticos en activo, otros recolocados y diversos tipos de amigos próximos al poder, es una decisión lógica que llega muchos años de gestión de UPN tarde. Falta saber cómo se regula ahora todo ese entramado de dietas, nombramientos y colocaciones en empresas públicas, fundaciones y organismos autónomos. Pero los miles de euros de sobresueldo de la Can es otra cuestión que tiene aún varios flecos pendientes. Primero, porque no se sabía de su existencia -su propio socio del PSN admite que desconocía esa fuente de ingresos-, y es obvio que si no se hubiera hecho público, seguirían percibiendo ese dinero. Segundo, porque es posible que la percepción de ingresos públicos de una entidad financiera privada sobre la que sus decisiones políticas pueden tener influencia vulnere la Ley de Incompatibilidades, y podrían derivarse responsabilidades judiciales. Y tercero, porque ni se sabe aún el alcance real de los cobros de ese órgano opaco, ni su tributación a Hacienda. Ni tampoco si hay una decisión ya tomada sobre su devolución.
Joseba Santamaría, en Diario de Noticias

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