miércoles, 11 de enero de 2012

NICHO VACÍO

A primera hora de la mañana de ayer se procedió a la exhumación de los restos de un bebé en el cementerio donostiarra de Polloe tras la denuncia presentada por su familia al sospechar que la criatura pudo ser robada cuando nació hace 34 años en la entonces clínica Martín Santos de la capital guipuzcoana y se dudaba de quién podría ser la persona enterrada en el panteón. El resultado de esta primera actuación judicial reúne, paradójicamente, las principales incógnitas que rodean los casos de niños robados: (klik egin-ver más)Editorial de Noticias de Gipuzkoa

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