Me aburre el falso debate de lo que llaman anexión de Navarra a Euskadi. Es tan absurda la cuestión que ni siquiera forma parte de las preocupaciones de los navarros y navarras. De hecho, el tema no ocupa lugar alguno en la lista de inquietudes de los ciudadanos que reflejan los sondeos de opinión. Desde hace décadas. Seguramente, porque la inmensa mayoría sabe que es una cuestión irreal. Ni siquiera el término anexión tiene presencia legal o lingüística en los mecanismos democráticos previstos en el Amejoramiento, el Estatuto de Gernika y la Constitución para abordar un futuro cambio en el estatus de relaciones entre los territorios vascos de Navarra y la CAV. Es eso, la libre voluntad democrática de los navarros y navarras, lo que simplemente no gusta al poder de siempre. En realidad, la única anexión real que ha sufrido Navarra fue la que practicó Castilla sobre su soberanía tras una conquista militar a sangre y fuego que arrasó el territorio. El falso debate sobre la presunta anexión sólo es un viejo truco político y mediático del régimen para intentar desviar la atención de sus desmanes y escándalos. Una zanahoria a la que los privilegiados que controlan Navarra desde las bambalinas del poder en la sombra recurren con la esperanza de que nada pueda cambiar para que todo siga en el mismo lugar de siempre.
Joseba Santamaría, en Diario de Noticias
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