Tras un paréntesis de cuatro años, Carcastillo retomó ayer sábado de la mano de la asociación Hazi, el Día del Euskera, con una excepcional respuesta del público, que arropó con su calor cada uno de los muchos actos desarrollados a lo largo de una grata jornada, presidida por el emotivo recuerdo de Iratxe Sanz Belzunegi, recientemente fallecida. 250 personas estuvieron presentes en la comida popular. El concierto, trasladado por la inseguridad del tiempo a la carpa, que dieron Paranoya y The Trikitenns, puso el colofón a un día inolvidable.
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