María se quedó viuda hace poco menos de un año, con tres hijos pequeños y sin pensión de viudedad. Su marido sufría de una enfermedad crónica desde bien joven que le impidió trabajar y cotizar a la Seguridad Social, así que cuando María ha ido a solicitar la pensión de viudedad le han dicho que no tiene derecho. El único dinero que entra en casa de María son los 600 euros de su madre, la abuela de la casa, con los que se pagan la hipoteca, la luz, el agua, el butano y comen cinco personas, muchas veces con ayuda de Cáritas y del pucherito que le sube
de vez en cuando Carmen, la vecina. (klik egin-ver más)Raúl Solís, en Paralelo 36 Andalucía
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