El Gobierno español ha reaccionado como una virgen ultrajada a la carta que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dirigido al Rey para que pida perdón por los excesos y abusos cometidos durante la conquista y la colonización, ahora que se cumplen 500 años de la llegada a aquellas tierras de Hernán Cortés, al que aquí llegamos a venerar como un héroe y al que allí se le considera un auténtico salvaje. La respuesta de Moncloa ha utilizado un argumento muy similar al que algunos emplean para eludir el franquismo –algo así como olvidemos el pasado y miremos al futuro- y a punto se ha estado de afirmar que los descendientes de Moctezuma quieren ganar ahora la guerra que perdieron hace cinco siglos. (klik egin-ver más)
Juan Carlos Escudier, en El País
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