No es una imagen de un día excepcional, era algo habitual, cuando los hornos fundían el acero. Animo, a mas de una persona a preguntarse: Si el ambiente exterior era tan contaminado ¿ Como seria el interior de las naves donde trabajamos? INSOPORTABLE. Por ello, era habitual extraer "tinta de chipirón" de la narices o la dificultad de limpiar el color a roña de nuestra piel y que se había introducido por poros.
Supongo, que nadie se extrañara, por tanto, de la epidemia de cáncer y enfermedades respiratorias, ahora bien, ¿Por qué culpabilizan exclusivamente al habito de fumar y tratan de ignorar las consecuencias del ambiente laboral? El tabaco es nocivo, sin duda, pero como respondía mi amigo Toribio, una y otra vez, cuando le diagnosticaron un cáncer pulmonar: ¿cuánto fumas? 37 años en la fundición. Déjate de decir tonterías, "Dime que representa el humo de los cigarros en comparación con el humo que me han hecho tragar en 37 años de trabajo en la fundición"
Por ello, me sorprende que a algunas personas, les preocupe o asuste las demandas de indemnización por daños causados, tras graves enfermedades o su fallecimiento prematuro.
Finalmente, recuerdo la frase del Gerente en una reunión del Comité de Seguridad e Higiene, allá por 1990: "He estado visitando en Japón una fundición y estaba el suelo con baldosas, mas limpios que los baños de la empresa" Mientras tanto, nosotros caminábamos sobre una alfombra de polvo en la nave, grúas o máquinas. Por tanto, entonces y ahora, las nocivas condiciones de trabajo, no eran inevitables, simplemente estaban y están en relación con la avaricia empresarial y la respuesta sindical en defensa de la Salud Laboral. Cambiar es posible, es necesaria la organización y la lucha.
Jesús Uzkundun Illarramendi
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