LA VOZ DE LA MERINDAD (Luis Miguel Escudero) Calendario Republicano, Madrid, noviembre de 1936. Diez mil cuadros del Museo del Prado y medio millón libros de la Biblioteca Nacional fueron los primeros en salir de aquel infierno. Después lo hizo rumbo a Valencia el Gobierno republicano en pleno. Los militares sublevados cercaban Madrid y parecía inminente su caída.
El noviembre de 1936 el 20% de la población madrileña, unas 6.000 personas al día, huye fuera de la ciudad, mientras los que resisten entierran La Cibeles bajo de una pirámide de sacos terreros que la protege de los bombardeos facciosos.
En contrapartida a los que ponen pies en polvorosa, a la capital manchega llegan miles de voluntarios dispuestos a defenderla. Son obreros, campesinos, sindicalistas, carabineros y guardias de asalto que, en un ambiente de exaltación política, libran una batalla decisiva para que no se desplome la República.
Es un Madrid enloquecido, al límite, que vive una situación irrepetible que puede ser la última y a la que se une, en última instancia, un grupo de combatientes antifascistas reclutado en todo el mundo, las Brigadas Internacionales.
Este contexto resulta enormemente atractivo para toda una pléyade de periodistas que como el corresponsal del diario Pravda, el soviético Mikhail Kolstov, escribe: “Nunca Madrid fue tan hermoso como ahora, como estos últimos días y noches, en que el enemigo lo estrangula más y más con su cerco mortal”.
Muy lejos, en la retaguardia “nacional”, la guardia civil busca en el convento de los Franciscanos de Olite al padre Mendia. La Junta de Guerra de Donostia le ha colgado el sambenito de nacionalista. También, muere en el frente el conocido carlista tafallés Julián Castilla Sánchez, cuya baja desata la represión en las filas de los republicanos de la comarca.
El día 20 vacían la cárcel de Tafalla. Sin que medie juicio previo alguno, sin defensa legal ni presunciones de ningún tipo, 59 presos, la mayoría militantes de la UGT, CNT e Izquierda Republicana, son asesinados y enterrados en fosas comunes en Monreal
Alemania, con el nazi Adolfo Hitler en el poder, e Italia, con el fascista Benito Mussolini cono Duce, son los primeros gobiernos que reconocen internacionalmente la intentona golpista del general Franco, al que prestan ayuda económica y militar.
El 22 de noviembre, las nuevas autoridades del Ayuntamiento de Tafalla organizan un homenaje de agradecimiento a Alemania e Italia, a la vez que se reparten pliegos para que los vecinos certifiquen su adhesión a Franco.
En Olite continúan los requisamientos de propiedades de ciudadanos relacionados con la izquierda, a la vez que el ahora alcalde y anterior concejal carlista durante la República ordena al secretario que compre nuevas partituras para la Banda de Música. El primer gasto de 5 pesetas es para adquirir las que se titulan “Viva el Ejército Español” y “Todo por España”. El Ayuntamiento de Olite también rechaza el recurso presentado por el guarda Santesteban, despedido después de 31 años de servicio con el argumento de que “siempre ha emitido el sufragio para las izquierdas o los nacionalistas”. El mismo camino del paro siguen otros ocho funcionarios municipales que nunca más serán readmitidos, ni reconocidos. Nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario