Nuevamente suenan tambores de guerra en Nafarroa Bai y nuevamente se repiten también tanto el partido como el burukide que los aporrea. Cuando todos esperábamos que los partidos estuvieran centrados en la búsqueda de esas bases ideológicas, programáticas y organizativas que permitan no sólo una convivencia pacífica sino una leal y fructífera colaboración, se nos mandan mensajes cifrados sobre dudas en la continuidad de la actual coalición como tal, por posibles defecciones entre los coaligados, sin que sepamos a ciencia cierta si tales elucubraciones obedecen a datos y hechos objetivos que los demás no vislumbramos, a una siempre peligrosa lectura de intenciones ajenas, o a simples deseos del intérprete.
Y también en esta ocasión, como en tantas otras, se echa en falta la voz autorizada no de un partido, sino de NaBai en su conjunto, que nos mantenga informados de forma veraz y no partidista sobre la vida interna de la coalición. No puede ser que en una plataforma como ésta uno de los partidos que la forman, por mucho que sea su peso relativo en el conjunto, cosa en este momento muy difícil de cuantificar y verificar, se erija en casi único conductor del proceso de reconstrucción fijando plazos, poniendo condiciones, presionando a través de los medios y convirtiéndose en interlocutor casi único entre la coalición y sus votantes.
¿Hay alguien que pueda pegar un puñetazo encima de la mesa y decir claramente que la solución de los problemas de Nafarroa Bai en ningún caso llegará por la vía de la imposición sino por la del consenso?. Pues si lo hay, que lo haga, que ya va siendo tarde.
Illarra (Nabaizaleok)
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