Venimos clamando desde hace tiempo los nabaizales por una pronta solución de los problemas que aquejan a Nafarroa Bai y parece que los partidos se han puesto las pilas y están trabajando por asegurar su continuidad de cara a las elecciones de 2011. Esto, de por sí, ya es una buena noticia y hay que celebrarla, pero no sería bueno olvidar que a estas alturas del encuentro el objetivo no debe limitarse a garantizar la continuidad de la coalición, sino hacerlo en condiciones de disputar con garantías la próxima contienda electoral y hacer posible el cambio político en Navarra. Y para esto se necesita ilusionar.
Desconociendo en este momento los acuerdos que se hayan podido alcanzar sobre los distintos temas planteados (hasta ahora sólo conocemos alguna alusión y muchos rumores, parece que fundados, sobre lo que nos temenos es la preocupación principal: las cuotas de poder y la consecuente distribución de puestos en las parrillas de salida), sí sabemos las formas que se están utilizando, y me temo que de ellas dificilmente puede salir algo que vaya a ilusionar a los nabaizales.
Si siguiendo los principios que la informaron desde su nacimiento, en el proceso de toma de decisiones en NaBai deben primar el respeto, el consenso, el convencimiento, porque estas formas de actuar constituyen también el fondo y la propia esencia de esta formación, ¿cómo entender que a las primeras de cambio y cuando se está jugando el futuro de la coalición, olvidemos las formas y el fondo y nos lancemos por la senda del cálculo corto e interesado, de la desconsideración, de la pura imposición? Porque esto es lo que parece están haciendo sus dos principales actores, humillando y cabreando innecesariamente a los restantes compañeros de viaje y sembrando el desconcierto, el desasosiego y, en definitiva, el desánimo en los nabaizales.
¿Una nueva forma de hacer política decíamos?. Esto que se está haciendo es viejo, muy viejo, tanto que muchos pueden pensar que para este viaje no se necesitan alforjas.
Illarra (en Nabaizaleok Wordpress)
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