Llevaba en el talego, Domingo Beltrán, la ropa que había de vestir, como alcalde, en la junta de pastores. Además iban a caballo y portaban una bolsa de seda, con dinero, alforjas con cubiertos de plata y una bota de pellejo de cabida, de medio cántaro de vino. Padre e hijo iban vestidos al uso roncalés, por el camino, al paso de la Cañada, acompañando el paso cantarín de la Almadía.
Delante de los roncaleses, dos mozos de Cáseda, van a vender carbón a Villafranca, con sus borricos cargados. Uno de ellos, se para junto a un pocico que había con agua. Ve dos hombres con capotes pardos, con escopeta, fusil o trabuco. Piensa que van a la caza de ciervos.
El autor, aprovecha para hacer una exacta descripción del camino del estrecho: "Paraje bastante elevado, con peñas que sobresalen hasta quasi sobre el camino, bastante poblado de árboles pinos no muy altos, y mucha maleza de diferentes matas silvestres, de bastante grandor, con diferentes regatas, de bastante profundidad, que demuestra haberlas causado el agua, en las avenidas de lluvias fuertes. Camino angosto y tortuoso. Junto a unas matas de sabinas y de lentisco, losas del río Aragón".
Debido al camino estrecho, el Padre se adelantó, ya que el hijo tuvo que apearse de la caballería, al ladearse el talego, donde su padre llevaba la ropa de alcalde para presidir la Junta de Bardenas. Justo, en este momento, uno de los bandidos descerrajó un tiro que dio de lleno en la espalda del joven, falleciendo en el acto. Después, los dos bandidos dieron alcance a su padre, y uno de ellos le asestó un corte debajo del sobaco, dejándole malherido, junto al hijo muerto.
Joaquín M Labari, natural de Ezcároz, se hallaba, con su ganado menudo, en la Corraliza, llamada de "Gamazo", al otro lado del río, en término de Murillo el Fruto. El pastor salacenco le gritó al Roncalés en vascuence. No oyen las voces, por el ruido de la Presa que estaba cerca. Dos pastores estaban guardando su ganado, junto al pinar de Larrate. Mateo Aguerri estaba haciendo hormigueros en una pieza de la presa. Zoila Garralda, de trece años, va con dos cargas de leña, por el camino del estrecho, para venderlas en Carcastillo. Cuando dan aviso a la Justicia, van el Alcalde José Viloche, acompañado del Cirujano de la villa, Juan Antonio Salinas, quien certifica la muerte de Xavier Beltrán. El Alcalde, con la vara en la mano, certifica su muerte, preguntando tres veces la fórmula ritual: "Hombre muerto, ¿Quién te ha muerto?". El cuerpo del hijo de Domingo Beltrán es trasladado a la sala del Ayuntamiento. (klik egin-ver más) Antonio Villafranca
Hola amigos, como os he comentado recientemente, para saber más, la nueva dirección de mi blog es:
ResponderEliminarhttp://antoniovillafranca.blogspot.com/
Un abrazo
Antonio