Unos 17.000 policías alemanes armados con bastones antidisturbios, bombas lacrimógenas y apoyados por helicópteros, vehículos blindados y perros se enfrentaron ayer a miles de activistas antinucleares que intentaban impedir el avance de un tren cargado con 123 toneladas de material altamente radiactivo y cuyo destino final es el cementerio atómico de Gorleben, en Baja Sajonia. (klik egin-ver más) Vocento
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