lunes, 8 de noviembre de 2010

MENOS QUÉ Y MÁS QUIÉN


Un machete o un cuchillo, ¿qué es más peligroso? ¿Una pistola o una granada? ¿Un coche o una furgoneta? Un buen gallego respondería con su enigmático «depende». Lo que aquí, valga la redundancia, pende, es dónde queremos poner el acento; en el objeto o en la persona, que es quien lo coge, agarra o conduce.
Podríamos hacer un concienzudo estudio sobre cuáles son las armas más peligrosas y destructivas del mundo. De todas y cada una. La más ligera, la que más daño hace, la más rápida. Tendríamos un catálogo técnico preciso y eficiente. Para una armería, claro está. Pero volveríamos a olvidar una vez más el otro noventa por ciento del problema, la persona que la emplea. (klik egin-ver más)
Maite Ciganda, coordinadora de la asociación Hegoak

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