Diario de Navarra y Ezkerreko Nabaizaleok publican hoy con el mismo texto la noticia de la previsible incorporación del PNV, sujeta a la decisión de su Asamblea Regional, al pacto firmado entre Aralar y EA para la configuración de NaBai. Una rápida lectura de lo que se anuncia es suficiente para percibir las condiciones, humillantes hasta el asombro, que el presunto producto de la negociación bilateral entre Aralar y PNV reserva tanto a Batzarre como a los independientes. La prudencia aconseja acoger con reservas lo que se dice. No sólo porque corresponde al PNV aclarar públicamente los términos del acuerdo, si finalmente se produce, sino por la poca confianza que inspira el tono del texto, probable fruto de una filtración interesada, en la que incluso los porcentajes no parecen responder a la realidad.
Ya el título de la noticia delata suficientemente la prepotencia que guía toda esta operación de ingeniería política . Con la grotesca interpretación de que el PNV estará dentro de NaBai a partir del momento en que se adhiera al pacto Aralar-EA, y todos los demás que no lo hemos hecho estamos fuera. Hasta que no pasemos por la ventanilla de un pacto que todavía no sabemos para qué sirve, si cada uno puede establecer decálogos y estrategias a discreción, incluso con los que persiguen la desaparición de NaBai.
Esto no es el espíritu de Nafarroa Bai, es otra cosa. Es el turno del PNV para aclarar los términos de lo que va a suscribir. Y es el turno de todos los nabaizales, independientes y afiliados a partidos, para recuperar la iniciativa y reconducir la situación.
Praxku
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